JOSHUA Slocum (1844-1909) fue el primer navegante en dar la vuelta al mundo en solitario. Lo hizo a bordo del Spray, una balandra de 36 pies (11 metros) construida por él mismo.

En la navidad de 1897, Slocum recaló en Ciudad del Cabo y el gobierno colonial sudafricano le concedió un permiso para recorrer el país. En Pretoria fue recibido por Paul Krüger (1825-1904), presidente del Transvaal. Cuando le explicaron que Slocum estaba circunnavegando el mundo, la cordialidad del presidente Krüger se tornó en enfado y exclamó:
– ¡Usted no quiere decir que está viajando “alrededor” del mundo! ¡Eso es imposible! ¡Usted quiere decir “por” el mundo!
Krüger era terraplanista por su fanatismo religioso, porque, curiosamente, a esas alturas había viajado bastante “por” el mundo. Estuvo en Inglaterra en un par de ocasiones, como negociador, durante las Guerras de los Bóers y pasó por Canarias para visitar la fábrica de tabaco de su amigo Eufemiano Fuentes Cabrera (1861-1949), quien había creado una “receta” de tabaco especial para él. Esos cigarrillos se comercializaron bajo la marca Krüger, con la imagen del bueno de Oom Paul (tío Paul, como era conocido popularmente) y las iniciales EF (de Eufemiano Fuentes). Los recuerdo perfectamente, aunque no sé si siguen produciéndose en la actualidad.
Joshua Slocum finalizó su vuelta al mundo en junio de 1898. Siguió navegando asiduamente en el Spray hasta que desapareció sin dejar rastro en 1909. La hipótesis más probable es que fuera abordado y hundido por un vapor.
Paul Krüger se exilió en 1900 como consecuencia de la Segunda Guerra Anglo-Bóer. Murió en 1904 en la localidad Suiza de Clarens. Ese mismo año su cuerpo fue trasladado a Pretoria, donde reposa desde entonces.
El testimonio de Slocum circunnavegando el mundo no fue suficiente evidencia para Krüger. Si al menos hubiese tenido el cohete de Michael ‘Mad Mike’ Hughes…
