Cómo quieres que pregunte
si ya no hay palabras.
Cómo quieres que dude
si ya no hay faro.
Cómo quieres que regrese
si ya no hay refugio.
Cómo quieres que descanse
si ya no hay guardián.
Cómo quieres que te olvide
si ya no me recuerdas.

Cómo quieres que pregunte
si ya no hay palabras.
Cómo quieres que dude
si ya no hay faro.
Cómo quieres que regrese
si ya no hay refugio.
Cómo quieres que descanse
si ya no hay guardián.
Cómo quieres que te olvide
si ya no me recuerdas.
HOY EN día se da por sentado que los textos escritos son más fiables que la tradición oral, porque el «boca a oreja» distorsiona inevitablemente el mensaje.
Pero esto no siempre ha sido así. En el siglo II, Papías, obispo de Hierápolis y presunto discípulo de san Juan apóstol, cuenta que escribió su Explicaciones de los dichos del Señor a partir «de todas las noticias que aprendí un día y muy bien guardé en mi memoria, de cuya verdad estoy seguro. Porque no pensaba yo que los libros pudiesen servirme de tanto provecho como lo que viene de la palabra viva y permanente».
Tal vez al bueno de Papías le parecía que «el papel lo aguanta todo» y se fiaba más del testimonio directo de personas (re)conocidas.
Lo paradójico es que, a partir de esa palabra «viva y permanente», escribió un libro.
UN AÑO luz es la distancia que recorre la luz en un año (terrestre), a razón de unos 300.000 kilómetros por segundo.
De igual forma, podríamos hablar de mes luz, día luz y así sucesivamente. El segundo luz, por ejemplo, sería equivalente a 300.000 kilómetros.
Mi casa está a unos 12 microsegundos luz del curro, una distancia ideal para recorrer en bicicleta.
PERSONA que cuenta cosas sobre Larra.

HAY DOS formas de ateísmo: creer que Dios no existe (ateísmo positivo) y creer que sí existe, pero no creer en él (ateísmo negativo).
Si uno lo piensa un poco, parece complicado que Dios exista. Digamos que no tiene pinta de existir. Y, si existiera, sería difícil creer en él viendo cómo anda el orbe. Incluso con lo del libre albedrío y bla, bla, bla, no parece un tipo de fiar (por decirlo suavemente).
Como escribió Joules Renard en su Journal: «Dios no es una solución, nunca arregla nada».
ES UNA persona que no tiene ninguna habilidad innata para hacer nada, es decir, que no tiene ningún don. Yo, por ejemplo, soy un sindón.
Existen, sin embargo, personas que han nacido con un don: para las matemáticas, para los deportes, para ligar… Alguien con un don es un condón.
TODO el mundo sabe que Rómulo y Remo, amamantados por la loba y alimentados por el águila, fueron los (legendarios) fundadores de Roma.
Pero en realidad, el (legendario) fundador fue solo Rómulo. Mató a su hermano porque aquél (Remo) se saltó una línea roja: el surco que había trazado Rómulo con un arado como límite de la futura ciudad, según el designio de los dioses. Lo saltó (el surco) literalmente.
TESEO embarcó en una nave de velas negras para ser sacrificado al Minotauro. Lo hizo voluntariamente con la intención de matarlo y prometió regresar en un barco de velas blancas para anunciar su victoria.
Consiguió derrotar (fácilmente) al Minotauro y pudo salir del laberinto gracias al ovillo de hilo que le dio su prometida Ariadna. Pero, ay, se olvidó de poner las velas blancas y su padre, Egeo, pensando que Teseo había muerto, se quitó la vida.
Otro olvido imperdonable es el de Cervantes: no es verosímil que el burro de Sancho no tuviera nombre.
LEÍDO en una cafetería (en el extranjero): Drink coffee, do stupid things faster with more energy.
NO PUEDO tomar café porque tienen el molinillo estropeado. Haber escuchado la palabra molinillo me compensa la decepción. Me gusta como suena (la palabra, no el propio molinillo, que mete un ruido de mil demonios).