EN LA película El hombre del norte, de Robert Eggers, el protagonista mata cruelmente a unos guerreros vikingos y cuelga sus cuerpos mutilados en el exterior de una cabaña.
Cuando descubren los cuerpos, uno de los vikingos comenta horrorizado: «Seguro que han sido los cristianos, son unos bárbaros, su dios es un cadáver clavado en un madero».
Me gustó la frase del vikingo (presunto bárbaro para los cristianos), porque desde pequeño me ha repugnado la imagen del Cristo crucificado como principal símbolo de la religión/iglesia católica. En aquellos tiempos no me atrevía a decirlo, aunque me alegraba saber que Antonio Machado estaba de acuerdo conmigo.
En La saeta escribió:
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!