EN EL palike #74 hablé del “problema del polizón” en el contexto de la teoría matemática de juegos. Un polizón es quien utiliza un servicio sin pagar por él, de tal suerte que si todos los usuarios hicieran lo mismo, el servicio quebraría y todos se verían perjudicados.
El ejemplo clásico de polizón es el que se cuela en el metro. Otro ejemplo, en el caso de pocos jugadores, es el hijo que no participa en los turnos para atender a su anciana madre.
Dándole vueltas a esto, se me ocurrió pensar qué pasaría si el polizón sólo lo fuera a tiempo parcial. En nuestros ejemplos, si pagara el metro de vez en cuando o si fuera a ver a su madre (no exactamente a atenderla) esporádicamente.
No domino la teoría de juegos para saber si este problema de “polizón imperfecto” se ha estudiado con anterioridad. Su comportamiento se me parece al de un parásito: se aprovecha de otro organismo, pero no hasta el punto de matarlo y morir con él.
El polizón imperfecto del metro (anónimo para el resto de usuarios) quizás haya intuido un límite para su abuso y paga de vez en cuando con despreocupación de artista.
Sin embargo, el que se escaquea de cuidar a su madre (en absoluto anónimo para el resto de “jugadores”) tiene por objetivo blanquear su imagen ganando la batalla del relato. Ya nadie podrá decir que no va nunca a ver a su madre. Va muy de vez en cuando si no tiene nada mejor que hacer… va con bastante frecuencia siempre que sus importantes actividades se lo permiten… va muy a menudo porque cuidar a su madre es prioritario para él, como no podría ser de otra manera. Relato mata a dato. Los hermanos se resignan: el relato está perdido (entrar en detalles sería visto como una mezquindad) y menos da una piedra.
Reivindico, para la posteridad, el término “problema del parásito”.

