Las tribulaciones de un marinero en tierra

#296 El talón de Yisus

HACE unos días pasé por Sevilla y se me ocurrió visitar la iglesia de Yisus of great power. Está curiosa: es de planta redonda, rematada por una cúpula, aunque no muy alta, con un retablo dorado y la estatua del susodicho Yisus en el centro. Todavía no está crucificado, sino que va cargando la cruz. Tampoco es muy edificante, pero lo prefiero.

La peña (feligreses, turistas y randoms) puede circular por detrás del retablo, gracias a un pasillo astutamente dispuesto, y pasar cerquísima de la estatua. Una mampara de plástico transparente impide tocarla, excepto el talón derecho, que asoma por una ventanita hecha con esa intención.

Pasa tanta gente que la pintura del talón está desgastada, revelando que Yisus no solo está hecho de pan y vino, sino también de madera. El talón derecho es el mismo que el de Aquiles, por el que su madre, Tetis, lo sostuvo para sumergirlo en la poción mágica de la invulnerabilidad, y quedó como su único punto débil. Tuvieron que matarlo con una flecha envenenada, porque una herida en el talón es puñetera pero no mortal.

Ojo, cuidado, que el paralelismo de Yisus con Aquiles no acaba en el talón. Los dos eran híbridos de dios y humano. Yisus era hijo de la humana María y del dios Dios (aunque por paloma interpuesta). Y Aquiles era hijo de la ninfa marina (nereida) Tetis y del humano Peleo, rey de los mirmidones. Peleo era un suertudo, porque Zeus y Poseidón se peleaban por casarse con Tetis, y acabó casándose con él para que se pudiera cumplir la profecía de que Tetis engendraría un hijo más grande que su padre (en grandeza, no en tamaño).

La ventaja de Yisus es que la divinidad le venía por vía paterna y pasó a ser también un dios, mientras que Aquiles se quedó en un simple héroe cuasi invulnerable. Los dos murieron jóvenes y los dos de forma violenta, uno crucificado y otro envenenado. Pero Yisus no había muerto realmente (por ser un dios) y montó el numerito de la resurrección, motivo por el que empezó a ser conocido como «del gran poder».

Con el paso del tiempo y la moda actual de decir las cosas en inglés para parecer más cool, todo el mundo lo ha acabado llamando Yisus of great power. Y a su popular talón derecho, que asoma por la mampara para que la gente pueda tocarlo, «el talón de Yisus». Lo coherente sería decirlo también en inglés, pero las modas no hay quien las entienda.


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