Las tribulaciones de un marinero en tierra

#246 El efecto de la Reina Roja

PENSANDO sobre el transformismo o evolución de las especies, se me ocurrió que debe existir una relación entre los procesos de transformación de aquellas especies que conviven en un ecosistema. Me refiero a que un cambio aleatorio en una especie debe provocar un cambio en otra especie, de la que depende como presa o como depredador. Bueno, no es que provoque el cambio exactamente, lo que provoca es la selección de una característica que surgió de un cambio que también se produjo aleatoriamente.

Lo intento explicar con el ejemplo de los guepardos y las gacelas. Si un cambio aleatorio hace más rápidos a los guepardos, acabarían con todas las gacelas, cosa que no les interesa a las gacelas, pero tampoco a los guepardos. Lo que ocurre es que los nuevos guepardos más rápidos se van liquidando a las gacelas más lentas, seleccionando a las más rápidas, que trasmiten su genes.

Y lo mismo al revés. Si un cambio aleatorio hace a las gacelas más rápidas, los guepardos más lentos se mueren de hambre y se produce una selección de los más rápidos. Al final, hay una adaptación o mejora continua entre las especies, simplemente para mantener el statu quo.

A lo mejor esto es una cosa que la peña tenía súper clara, pero yo no había caído. Siempre había creído que los cambios aleatorios, que se producen gracias a la reproducción sexual, tenían un ritmo acompasado con los cambios ambientales no catastróficos (los catastróficos provocan extinciones, porque son demasiado rápidos). No se me había ocurrido pensar en esta interdependencia.

Lógicamente, no soy el primero al que se le ocurre. Me puse a leer sobre el tema y resulta que se llama efecto de la Reina Roja o hipótesis de la Reina Roja. Lo acuñó, en 1973, el biólogo evolutivo estadounidense Leigh Van Valen (1935-2010). Para el nombre se inspiró en un pasaje del libro A través del espejo, la continuación de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll (seudónimo de Charles Dodgson, 1832-1898). La reina roja se refiere a la pieza del ajedrez que nosotros llamaríamos reina negra. No sé por qué, en el libro son blancas y rojas, en lugar de blancas y negras.

La historia va de que Alicia y la Reina Roja se ponen a correr como locas y, cuando se paran, Alicia se sorprende de que siguen en el mismo sitio que al principio. La Reina Roja le explica: «Aquí, como ves, necesitas correr con todas tus fuerzas para permanecer en el mismo sitio. Si quieres ir a otra parte, tienes que correr lo menos el doble de deprisa» (trad. Francisco Torres Oliver).

Este texto es una metáfora de los entornos que están en continuo cambio, con actores en despiadada competencia. Se trata de correr y correr únicamente para mantener el equilibrio existente. Surge de la biología (aunque también hay ejemplos de colaboración), pero puede aplicarse a la economía de libre mercado (coloquialmente conocida como capitalismo), a la innovación (en el seno de una economía capitalista), etcétera (que significa «y lo demás»).

A mí me parece que el efecto de la Reina Roja es una fuente de estrés y que no hay necesidad ninguna de estar siempre corriendo y compitiendo en una escalada sin fin. Pero, sin darnos cuenta, lo impregna todo.


Deja un comentario