HOY SE celebra la Fiesta Nacional de España (*), también conocida como Día de la Hispanidad. Sin entrar en el asunto de la fecha ni en el concepto de «hispanidad», me llama la atención que se celebre con un desfile militar. El ejército como pegamento de una nación me parece una idea anticuada y que cada vez funciona menos. Además, las Fuerzas Armadas ya tienen su día, a finales de mayo, para desfilar y tal.

Creo que hay otras cosas que nos unen (mucho) más, por ejemplo, la fiestuqui y la gastronomía. Así que hago la siguiente propuesta, para su consideración por el Parlamento:

Celebrar la Fiesta Nacional con una solemne cabalgata gastronómica: los variados platos de España desfilando, delante del Rey y resto de autoridades, en carrozas alegóricas sobre la paella, la tortilla (con o sin cebolla), el gazpacho, el jamón ibérico de bellota, las papas arrugadas con mojo picón, el pulpo a feira, etcétera, con sus vinos y sus cosas.

Si piensa que lo digo en broma, tiene razón, pero es como invitación a reflexionar sobre lo absurdo que es celebrar la Fiesta Nacional con una exaltación de las armas (instrumentos diseñados específicamente para matar gente). La cosa tiene su explicación histórico-antropológica, claro, pero como hoy es festivo, me da pereza escribirlo.

(*) Según la Ley 18/1987, de 7 de octubre, que establece el día de la Fiesta Nacional de España en el 12 de octubre. Esta es una de las leyes menos extensas de nuestro ordenamiento jurídico. Después de una exposición de motivos un poco rara pero (afortunadamente) breve, solo tiene un artículo, que dice así: «Se declara Fiesta Nacional de España, a todos los efectos, el día 12 de octubre». La firman Felipe González Márquez y Juan Carlos R.