Las tribulaciones de un marinero en tierra

#205 La ikeización de Lego

CUANDO yo era pequeño, los Lego eran bloques genéricos con los que construir lo que se te pasaba por la cabeza. Había algunas piezas especiales, como ruedas o ventanas, pero no eran demasiadas. Venían sin instrucciones; como mucho, uno podía inspirarse en los modelos que venían dibujados en las cajas.

Con los años, empezaron a aparecer modelos específicos, por ejemplo, coches de policía y helicópteros de salvamento. Estos kits venían cada vez con más piezas especiales y, lo peor, con instrucciones de montaje.

Ahora, bajo la tiranía mediática de la industria del cine y los videojuegos (siempre quise decir esto de la tiranía mediática y tal), Lego se ha dedicado a reproducir los elementos más populares de las susodichas industrias: desde el “Halcón Milenario”, que pilotaba Jansolo en la saga Star Wars (Guerra de las Galaxias), a la casa-piña de Bob Esponja, de la saga Bob Esponja, con piezas súper específicas y con un libro de instrucciones más tocho que una guía telefónica.

Ahora el objetivo es montar los modelos siguiendo las instrucciones y luego, supongo, jugar con ellos a la saga (mediática) correspondiente. Yo no digo que esté mal, los de Lego tienen sus expertos y sus cosas, y todo el derecho a orientar su negocio (es un negocio, claro) como crean oportuno. Solo digo que la creatividad a tomar por c… (con perdón).

Nota histórica:

Lego empezó fabricando muebles (¿coincidencia?, no lo creo) y luego juguetes de madera. Se pasó al plástico en los años 40.

Nota prehistórica:

En lo de la guía telefónica de papel se nota mi jurasicidad. Qué le vamos a hacer.


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