Las tribulaciones de un marinero en tierra

#188 Contra la tradición

DESDE que tengo uso de razón (es un decir) me han repateado las tradiciones. Me parecen detestables por el simple hecho de ser tradiciones. Después está cada tradición en sí misma, que puede ser chunga, como tirar una cabra de un campanario, o indiferente (cósmicamente hablando), como comer uvas al ritmo de las campanadas de año nuevo.

Si vas a la cena de noche buena porque te gusta, te lo pasas bien y haces felices a los demás, nada que objetar. Pero si vas solo porque es una tradición, estás actuando como un borrego, mega-paleto y pobre de espíritu. Perdona que te lo diga.

Y si te gusta y te lo pasas bien con lo de tirar una cabra de un campanario, estás siendo una mala persona. O te has creído el cuento de la tradición y entonces estás siendo un borrego, mega-paleto y pobre de espíritu. Lo siento, es lo que hay.

Borrego es el que se deja llevar por la corriente y renuncia al pensamiento crítico. «¿Te parece bien tirar una cabra de un campanario?» «Es que es una tradición, no me parece ni bien ni mal».

Paleto es el que ignora olímpicamente que los tiempos cambian y cada época tiene su zeitgeist. Pero hay tantos ejemplos de cosas que antes eran guays y ahora no (la esclavitud, fumar en los aviones…), que más que paleto, hay que ser mega-paleto. «Tirar una cabra de un campanario es una crueldad gratuita que no tiene nada de divertida». «Bueno, llevamos haciéndolo doscientos años».

Pobre de espíritu es el que necesita etiquetas, aunque sean chungas, para reafirmar su sentido de pertenencia a una comunidad. «Torturar y matar un animal no puede ser cultura». «Es una seña de identidad de este pueblo, hay que haber nacido aquí para entenderlo».

Una sugerencia genérica urbi et orbi: sospechar y analizar con honestidad intelectual cualquier cosa que se presente como una tradición.

Una sugerencia específica para los defensores de las tradiciones basadas en torturar bichos: usar animales de trapo para tirarlos de campanarios, clavarles cosas o pegarles fuego. «Antes éramos unos bestias idiotas, pero ahora maltratamos animales de trapo y sólo somos idiotas, jajaja».


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