Las tribulaciones de un marinero en tierra

#182 (con)figuraciones (1)

MI PADRE era químico, licenciado en ciencias, sección química, para ser exactos, y trabajaba en la industria más importante de la región. Tenía la costumbre de poner en todas partes que era químico. Fulano de tal, químico. Tenía tarjetas de visita, folios con membrete, un sello de caucho… Lo puso incluso en el portero automático de nuestro edificio. Mi madre estudió una cosa llamada «perito mercantil» pero su profesión era «ama de casa». En los formularios de matrícula del instituto yo siempre ponía «químico» y «ama de casa» en las profesiones del padre y de la madre. Cierto día descubrí unos folios de mi padre que ponían «químico y metalúrgico». Me quedé impresionado. A partir de entonces empecé a poner «químico y metalúrgico» en los formularios. También se me ocurrió cambiar «ama de casa» por «sus labores». No me acuerdo por qué. La adolescencia es una época confusa. En los formularios de matrícula también preguntaban «aficiones y deportes», ahora llamados hobbits. Yo ponía pentatlón moderno y esgrima. Me parecía el colmo del troleo. (Nota para los puristas: la palabra «troleo», que yo sepa, no existía en aquella época, pero aquí me viene como anillo al dedo).


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