Las tribulaciones de un marinero en tierra

#160 Devoción

POR FIN he encontrado una divinidad del panteón católico que puede ser objeto de mi devoción: Nuestra Señora (o Virgen) de los Buenos Libros.

Me gusta porque no es la patrona de los libros en general, ni de los regulares ni de los malos, sino solo de los buenos. Aunque me surgen dos dudas:

La primera, quién decide si un libro es bueno o es malo. A lo mejor hay una especie de «comisión de lectura» y luego ella patrocina los buenos, o lo decide directamente ella misma.

La segunda, qué favores obtienen sus devotos (como yo desde hoy). Supongo que será acertar al seleccionar un libro para leer. La invocaré (o como se diga en terminología devota) cada vez que entre en una biblioteca o librería.


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