Las tribulaciones de un marinero en tierra

#147 Paraíso (tal vez) recobrado

MI LIBRERO de cabecera lleva varios meses jubilándose. Me cuenta que las editoriales y distribuidoras han endurecido sus condiciones y ha tenido que ir liquidando las existencias poco a poco.

La librería ha ido menguando a ojos vistas. En la primera fase de aclarado parecía más ordenada, pero después, a medida que se vaciaban las estanterías, se ha ido volviendo más y más deprimente. En las últimas semanas se me hacía casi insoportable pasar a echar un vistazo.

Hace unos días, cuando el cierre parecía inevitable, ha aparecido un deus ex machina para hacerse cargo de la librería. Están reformando el local y en breve las estanterías volverán a estar habitadas. Que no desaparezca una (pequeña) librería es una buena noticia.

Doy por sentado que el stock de clientes, yo entre ellos, está incluido en el traspaso. Ya me ha pasado antes: cuando los curas escolapios vendieron el colegio con los niños dentro (yo entre ellos) o cuando la extinta empresa de telefonía Airtel fue vendida a Vodafone con todos sus clientes (yo entre ellos).
Cruzo los dedos para que el nuevo librero o librera lo sea de verdad. Bueno, más o menos, el listón está alto pero no tanto como para que pase por debajo.


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